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Para los que les intereresa este tipo de cosas, y para los que no, también: www.lenguasvivas.blogspot.com

Me revienta cuando me doy cuenta de que a veces uso esta mierda como diario íntimo, dando como resultado unos post inmundísimos dignos de un bloggero pelotudo hijo de su puta madre.

Claro es que después de estar pensando qué-sé-yo cuantos meses que, irrremediablemente, iba a morir en breve, la idea de no pedirme radiografías, analisis de sangre y demás, no me cierra del todo. Comida sana, caminar un poco y no fumar... that's it? Y que hago yo, además de cumplir semejante condena. Yo así no puedo, man. A mi me mostrás con pruebas evidenciales que no tengo cancer de pulmón, que para mal de parkinson estoy joven y que bueno, quizás, si, tenga sinusitis crónica. Y además una cosita: Entiendo que la comida chatarra es chatarra, entiendo que *hay que comer más sano*, pero mirarme con esa cara de asco cuando digo hamburguesa con pan y mucha mayonesa... yo tendré problemas de alimentación, pero vos darling, vos tenes problemas psicológicos.

Teniendo una madre que puede llegar a ser tan perra hija de su madre si se lo propone, no me cabe ninguna duda de que haya mujeres que maten a sus maridos y hasta inclusive a sus hijos. Pero por otro lado es sumamente reconfortante que, al momento de contarle que hoy me confundieron con una embarazada y me ofrecieron el asiento insistentemente en el subte, me conteste 'Que querés, si los hombres son unos boludos'.

No me mude pero mas o menos. Estaba pensando que mi novio tiene razón, el buscador de Bittorrent es lo que yo daría en llamar: una poronga. Nada pero nada de phonetics. Está bien que es bastante ñoño, pero bueno, las cosas como son.
Bueno, nada, tengo que dormir, y estudiar, mucho mucho. Y tambien comer, y hacer esas otras cosas para las que uno pensaba que siempre iba a tener mucho espacio.

Lo mejor de los cambios que (lentamente) estoy haciendo, es que empecé a querer y respetar a ciertas personas que desestimaba y empecé a desestimar (y pensar que son medio pelotudas) a unas pocas que admiraba. No digo que una cosa dependa de la otra, pero está bueno que las que empecé a querer sean bastantes más (en cuanto a cantidad) de las que no me están agradando tanto.
Ah, y también me gusta ponerme adelante. Pero no a los gritos, o haciendo de cuenta que, si no poniéndome adelante posta posta. Cheers!!!

Nadie parece entender muy bien lo grave que es que yo haya faltado a la facultad (bueno, está bien, profesorado) . Nadie entiende que es como agarrar un cigarrillo despues de 5 años sin fumar. Posta, a mi me cuesta toda esta mierda. Estúpida o no, pendeja o no, a mi me cuesta ir al puto profesorado que queda en la concha de la lora, usar mis putos fines de semana para estudiar, levantarme a 7 de la mañana para ganar algo de plata y experiencia, con lo que me rompe las pelotas levantarme temprano. Y me chupa un huevo todos los argumentos de los pelotudos que se levantan hace 5 o 30 años temprano. Los felicito, pero váyanse a la mierda. A mi todo ésto me cuesta horrores. Y no haber ido hoy es cualquiera, cualquiera recontra cualquiera. Soy la misma maricona y cobarde de mierda que fui toda mi reputísima vida. Y me siento mal. Y ahora todas las opciones que tengo son una mierda, y todo lo voy a hacer de pésima gana, estudiar, ir a cenar con las chicas, todo lo que haga lo voy a hacer con esta cara de orto que tengo.

Yo quería dejar de rascarme un poco las pelotas. Qué sé yo, hacer nada cansa, más que nada mentalmente. Pero hacer mucho también rompe bastante las pelotas. No tener tiempo para mi novio, no tener tiempo para mis amigas, hablar poco con mi mamá. Y tampoco es que gane mucho dinero. Y tampoco es que me divierta demasiado hablar de negocios, y mucho menos en inglés. Pero al fin tengo la sensación de que voy hacia algún lado. Dije la sensación, tampoco es que estoy re convencida. Y asumo, que para ir hacia algún lado, inevitablemente tengo que pasar por algunos lados que tanto no me gustan. Ayer me deprimí durante un rato y despotriqué como una loca, que la vida es una mierda, que no tengo tiempo para un carajo, que tengo sueño y que esta dieta que empecé es una mierda, que quiero ser gorda y reventar. Que problema hay con ser gorda, eh? Y mi novio me respondió que si era una gorda no me iba a coger. Yo sé qué es mentira, pero una cosa es cogerse una chica bonita, y otra, cogerse a una gorda. Además, cogida o no cogida, ocho kilos de exceso es demasiado.
Me agarra un poco de melancolía y me acuerdo de los años con Ami. Los años de no hacer un carajo y salir a emborracharse los findes. Los años de las tardes, donde todo el mundo estaba ocupado con algo y nosotras completos ceros a la izquierda. Ya un poco gorditas. Y nos poníamos un poco tristes. Los años de pseudo promotora, de encuestadora para una obra social menos que mediocre. Los años de CBC.
Yo quería sentirme útil, aprender. Y después quise enseñar. Y acá estoy.

Me estaba yendo a dormir y me puse a pensar que poner límites es súmamente necesario, tanto para uno como para el otro (léase el otro como el vecino o bien el otro que en realidad es uno pero no es uno, o algo así). Porque claro, ponele que vos tenés un campo, si no le ponés alambrado el vecino no sabe hasta donde llega tu campo y donde termina el de él, del mismo modo, vos tampoco sabes donde termina tu campo, por ende, muy bien a tu campito no lo conocés y tampoco sabés muy bien hasta donde moverte.
No me estoy refiriendo a la propiedad privada, no sean pelotudos.
Y bueno, éstas son algunas de las giladas que pensamos los librepensantes (así nos ha dado en llamar mi hermosísimo boyfriend, que obviamente va a tener algo que decir al respecto) antes de dormir.

Son las tres de la mañana y no me puedo dormir. Pienso pienso pienso. Es impresionante como en el momento en que me decido a dormir, a parar un rato, mi cerebro se encarga de hacerme la vida imposible. Nunca tanta lucides. Dos mil años leyendo grammar, dormida aburrida y a la hora de dormir... Qué ganas de romperme las pelotas.
Pienso en las clases. En la ropa de profesora que me compré. Me mirarán el culo? Espero que no, me pondría bastante incomoda. Ojalá no tenga uno de esos alumnos que todo lo saben, porque no los banco. Y si me pongo nerviosa? Es de cuarta que la profesora esté nerviosa.
Después pienso que haría si me cruzo a cada uno de los pibes con los que estuve: Con Diego me quedaría hablando boludeces; Con Panchi me haría la boluda por completo, o sino podría improvisar algún *Cómo andás con el temita de tu impotencia? o Cómo va el emporio del churro?*; a Sen lo veo todos los findes, y que sé yo, le digo *Hola como andas*; con el rubio me quedaría hablando, porque me cae bien y también me lo re cogería, porque además, está bueno (ésto si no amara a mi novio, claro). Después hay un par más, de los que me costó mas de dos segundos acordarme el nombre, por ende no vale la pena nombrarlos. Además, algunos tienen hijos y otros viven en San Juan.
Dormí cuatro horas. Ademas de sueño, tengo un par de stilettos. Yo stilettos, entendés. Hay cosas que se me están yendo de las manos.
Pero me quedan tan lindos...

Parada esperando el tren en la estación un chico, de esos chicos que prejuiciosamente la gente piensa que les va a afanar (me incluyo, lo he hecho alguna vez), me grita: *Flaca, me convidás un cigarrillo?* Y yo relajadísima y convencida de que no me va a afanar, le digo: *Si, pero por favor tene cuidado porque está por venir el tren (porque el chico cruzo por las vías para llegar hasta mi). Le doy el cigarrillo y le digo: *Apurate porque viene el tren y me da miedo que te pise*. Contenta por no ser parte de esa masa de idiotas que piensan que en cada cuadra les van a afanar y por haber sido amable, y hasta buena y preocupada por el prójimo.

Horas después sentada en una esquina de Olivos esperando a mi amiguita P se me acerca un pibe divino, portando un arma bastante importante en la mano, pidiéndome que *quedate quieta y dame todo*. Le dí la plata (30 pe), solo la plata, porque no se iba a llevar mi billetera de leopardo el muy conchudo. Y después me pidió el celular y yo agarré y le dije: *Si, esperá*. Cuando tenía la mano metida en la cartera dije, no, para, este pendejo no se va a llevar mi celular también. Y le dije que me lo había olvidado en mi casa. Y así se fue, caminando lento. Diciéndome alguna boludez que no escuché. Con mis 30 pesos.
Cabe aclarar que la calle estaba llena de gente. Me robaron con por lo menos 50 personas alrededor. Con un arma. Entendés, man.
A la policía la busqué, un ratito nomás, pero desistí enseguida, porque me acordé que ellos están a la cacería de porreros inofensivos como mi novio y sus porriamigos.

¿Cómo es la onda? Es cierto que la plata va y viene, como me dijo mi amiga A más tarde. Ésta, la plata no va y viene. La plata va y viene pero cuando yo lo decido, yo hago que la plata vaya y que la plata venga. Esos sobresaltos en el perfecto círculo me rompen las pelotas, y son cualquiera. Además man, yo *educo al soberano* y por esto, doblemente, no me merezco que me roben ni un centavo.
Y no le deseo la muerte, al muchacho. Tampoco haré comentarios despectivos con respecto a su condición socio-cultural-económica. Solo deseo que se haya divertido con mi dinero, que me gané trabajando y la vida le dará palo.

Brokeback Mountain. Qué sé yo... *original*, ponele.

Cosas hermosas y románticas que le digo a mi novio:

La Maga says:
cuidate, si algun dia descubro que sos nefasto te voy a poner un apodo acorde
XXX says:
vos ya descubriste q soy nefasto varias veces, pero parece q te olvidas
La Maga says:
nah
La Maga says:
estamos hablando de gente nefasta enserio
La Maga says:
vos sos un pelotudo
La Maga says:
que te digo es algo tambien muy peligroso
La Maga says:
pero bueno, mas o menos sé administrarte

Ponemos cruces porque además de ser lo más de lo más, no queremos que nos persiga la farándula.

The other way round

En primer lugar, no me quiero hacer amiga. En segundo lugar, si algún día cambio de opinión, te vas a dar cuenta. En tercer lugar, como hacés para inferir que *me quiero hacer amiga* cuando estoy sola tranquilísima fumando un cigarrillo y pensando 'ojalá nunca me tenga que hacer amiga de estas boludas'.

Qué feo es cuando de repente, después de mucho tiempo, uno se da cuenta que una persona se parece infinitamente a otra. A otra destestable, claro.