The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

miércoles, febrero 28, 2007

En la ficción me pasa que subo al subte y me encanta un chico. Tiene una mochila grande grande que seguro era del padre, de cuando el padre usaba barba y pelo largo. Y entonces se me ocurre que sería facilísimo decirle alguna estupidez del estilo *que lindo que sos* o *chau lindo*. Total, en unas horas quien sabe donde carajo estará el pibe. Pero después me doy cuenta de que tengo mucho sueño, de que no, soy una estúpida sin remedio y que jamás me atrevería a semejante cosa. *Porque soy gorda* o *Porque soy boluda* o *Poralgunaotraestupidezsimilar*.
En la vida real, me agarra una molestia y me quedo dormida en la cara del que me habla y me hace mimos. Todo eso sin haber acabado, la puta que me parió.

lunes, febrero 26, 2007

Ayer soñé que Ricardo Mollo venía a mi casa porque era amigo de mi papá. Pero eso no es lo importante, lo importante es que Mollo me quería coger a toda costa. Pero me entendés que el tipo moría por cogerme. Sentado en mi escritorio, me deseaba. No cogíamos porque estabamos en mi casa, y el tipo era amigo de mi viejo, y porque además, me desperté.
Hoy me levanto, me acuerdo y pienso, me cabe, me re cabe, Ricardo Mollo.

miércoles, febrero 07, 2007

Buenos Aires me recibe, como siempre, violentamente. Pero al menos en casa hay cocacola. Una ¿breve? pero excelente estadía en Uruguay alcanza para, entre otras cosas: acostumbrarse a la mugre y a los jipis. Y hasta quererlos, te digo.
Bañarse en pelotas en el mar, una estrella fugaz diaria, un cometa, una carta, hacer topless, la prefectura, la grappamiel, son cosas que, no me rompan las pelotas: no pasan todos los días.

Y por último una querida nota mental: Nunca jamás cogerse un adicto a la cocaína. Ni siquiera estando de vacaciones.