The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

miércoles, febrero 07, 2007

Buenos Aires me recibe, como siempre, violentamente. Pero al menos en casa hay cocacola. Una ¿breve? pero excelente estadía en Uruguay alcanza para, entre otras cosas: acostumbrarse a la mugre y a los jipis. Y hasta quererlos, te digo.
Bañarse en pelotas en el mar, una estrella fugaz diaria, un cometa, una carta, hacer topless, la prefectura, la grappamiel, son cosas que, no me rompan las pelotas: no pasan todos los días.

Y por último una querida nota mental: Nunca jamás cogerse un adicto a la cocaína. Ni siquiera estando de vacaciones.