The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

miércoles, abril 19, 2006

Yo quería dejar de rascarme un poco las pelotas. Qué sé yo, hacer nada cansa, más que nada mentalmente. Pero hacer mucho también rompe bastante las pelotas. No tener tiempo para mi novio, no tener tiempo para mis amigas, hablar poco con mi mamá. Y tampoco es que gane mucho dinero. Y tampoco es que me divierta demasiado hablar de negocios, y mucho menos en inglés. Pero al fin tengo la sensación de que voy hacia algún lado. Dije la sensación, tampoco es que estoy re convencida. Y asumo, que para ir hacia algún lado, inevitablemente tengo que pasar por algunos lados que tanto no me gustan. Ayer me deprimí durante un rato y despotriqué como una loca, que la vida es una mierda, que no tengo tiempo para un carajo, que tengo sueño y que esta dieta que empecé es una mierda, que quiero ser gorda y reventar. Que problema hay con ser gorda, eh? Y mi novio me respondió que si era una gorda no me iba a coger. Yo sé qué es mentira, pero una cosa es cogerse una chica bonita, y otra, cogerse a una gorda. Además, cogida o no cogida, ocho kilos de exceso es demasiado.
Me agarra un poco de melancolía y me acuerdo de los años con Ami. Los años de no hacer un carajo y salir a emborracharse los findes. Los años de las tardes, donde todo el mundo estaba ocupado con algo y nosotras completos ceros a la izquierda. Ya un poco gorditas. Y nos poníamos un poco tristes. Los años de pseudo promotora, de encuestadora para una obra social menos que mediocre. Los años de CBC.
Yo quería sentirme útil, aprender. Y después quise enseñar. Y acá estoy.