Hay momentos donde es sumamente dificil. Hay momentos donde el silencio es convicción y donde lo hago porque creo que es lo mejor. Pero hay momentos donde veo que es Sábado, que son la 1 de la mañana, que estoy aca, sentada frente a la PC y se me hace tan pero tan dificil. Se me va la convicción, o pienso que otra cosa sería mejor. Y me vuelvo una masoquista, una enferma, sola muy sola requete sola. Y minuto a minuto me pongo un poco más triste. Y lo extraño. Y tengo ganas de abrazarlo o de hacer cucharita debajo de la colcha calentita.
Y de hablar. Hablar hablar y hablar de esas cosas lindas de las que siempre hablamos. O hablábamos. Y precisamente ahora, en este mismo instante que escribo que quiero hablar, se me hace un nudo en la garganta, y me duele, mucho mucho mucho. Y estoy a punto de llorar, y no, no voy a llorar, sería una estupidez llorar ahora, que llevo algo así como 5 días sin llorar.
Y ahora mejor me voy, a ver cuánto jugo le puedo sacar a la noche.