The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

viernes, marzo 17, 2006

Un desastre a lo que me lleva el síndrome premenstrual. Hoy la murga me dio ganas de llorar. Murga entendés... cualquiera. Una mierda las murgas...
Caminando por Irigoyen, cabe destacar que estaba *haciendo los mandados*, pasé por la puerta de la casa de Federico B. (no vaya a ser cosa que sea uno de esos idiotas que se buscan en la web). Federico era un compañero de la primaria que fue hasta tercer grado y después se cambió de escuela. Era gordito y encima medio bizco, pobrecito. Lo que jodieron a ese pobre pibe no tiene nombre. Lo puteaban, le decían *gorrrrdo*, boludo, inútil, no sé... tantas cosas. Hasta le pegaban. Después se fue del colegio, supongo que la madre habrá sabido y tuvo la amabilidad de evitarnos la Massacre de Columbia en pequeña escala. Ese pibe si no se pegó un tiro en la cabeza debe tener algún trastorno mental, estoy segura.
Entre otras cosas: Si bien yo me olvidé el libro arriba del mostrador, digno acto de una vieja chota, eso no te da ningún derecho a llamarme *Señora*. Ninguno, me oíste. Próxima persona que oses llamarme *Señora*: Tené en cuenta que te voy a recagar a trompadas.