The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

martes, noviembre 08, 2005

Sobre casamientos y fernet

De pronto descubro que se me pueden llenar los ojos de lágrimas en un casamiento. No debido a toda la pompa religiosa, claro que no. Pero se casaba la prima y una no podía creer que la prima se estuviera casando. Tanto andar por la vida dando vueltas y se casa, la muy perra se casa y me hace pensar que algún día y después de dar unas vueltas quizás yo también me case.
Después, fiesta, cena, situación de ramo donde boludas evidencian su desesperación causada por estado de soltería, cintita idem anterior, bailar, mis tacos, la reputa que me parió siempre lo mismo, siempre poniéndome esos malditos tacos que de antemano sé que son como la gotita en la cabeza. Entre los tacos y la vergüenza, entre la espada y la pared. Lo mejor de lo mejor, que la nefasta liga sea vieja usanza. Bailo un tema y me siento a fumar un cigarrillo. Mesa de viejos que comentan y preguntan cuanto fumo. Lo suficiente para arruinarme la vida, señora. Mi hermano se sentó lejos, re lejos y no puedo preguntarle si le gusta el culo de la de negro. Ya no tengo los zapatos y los pies me siguen doliendo exactamente con la misma intensidad que cuando los tenía puestos.
Si en los casamientos griegos se rompen platos, en los cordobeces se reparte Fernet. Muchos muchos vasos de Fernet y yo que no me tomé ni uno. De haber habido whiscola la historia hubiera sido otra.