El Mago de Oz

Llamémoslo precoz, aburrida o como sea, pero la verdad, es que a mi El mago de Oz me parecía una cosa horrible. Me había olvidado hasta de su existencia, pero el otro día gracias a excesos de LSD, alguien me hizo acordar y ay dios sentí exactamente la misma sensación horrible que sentía cuando niña. Onda, tener un amigo de hojalata no me parecía para nada divertido ni emocionante. Un león que habia perdido su valentía, un fiasco. Y el Mago de Oz con su voz en off me daba un miedo increíble. Ni hablar de Dorita y esos zapatos chotos. O sea, serían muy mágicos pero le cagaron la vida.
Ver el Mago de Oz, posta, era cualquier cosa menos diversión. Era adrenalina, miedo y una angustia terrible.
Una mierda de infancia la mia.