The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

viernes, julio 15, 2005

Chiapas

Ayer, cuando me acosté, llovía. Cómo me molesta el ruido de la lluvia, pensé. Me pregunté porque sería que a la gente le gustaba tanto dormir con lluvia. Claaaaro, será que no tienen chapas en el techo. Curiosamente, en mi casa, que no es una cailla ni mucho menos, hay chapas en el techo. Resulta que una vez había goteras o algo por el estilo y entonces papá sacó las tejas para arreglarlo y tapó provisoriamente el techo con esas chapas para que no pasara el agua. Provisoriamente se convirtió en permamentemente, desde hace más o menos cinco años si mis cálculos no son errados. Acá en casa tenemos la costumbre harto indeseable de dejar todo por la mitad. Horrible. Unos boludos. Mi PC por ejemplo, no tiene el gabinete cerrado, porque una vez mi hermano no se que hizo y lo dejo así (quizás suene cool para los ñoños, pero yo la preferiría cerrada). Nunca terminamos de ordenar el cuartito donde me hayo sentada en este momento. Faltan instalar luces, cuando la casa está construida hace diecisiete años. Tengo El jugador, Anna Karenina y un libro de cuentos de Bukowsky hace tres meses sin terminar. Debe ser que tenemos miedo de terminar las cosas. Miedo de ver que hay después de eso. Bah, digo.