The Blow(g)

Mi ritmo sabe rico

viernes, junio 10, 2005

Decálogo de la bien vestida

Yo no sé que estúpida idea tenemos a veces las mujeres sobre nuestras vestiduras y el efecto que ellas pueden producir en un hombre. Jamás en la vida me he comprado alguna prenda pensando: "seguro que a pepito esto lo re calienta", pero después, una vez que me la puse, me miré al espejo, me fijé si me hacía mucha panza, si se me marcaba el culo y si me hacía buenas tetas, se me ha ocurrido pensar: "ojala a pepito le guste". Y la realidad es que a pepito, junto con el resto de la humanidad de sexo masculino, tu pollera, tu pantalón que te hace el orto tremendo y tu remerita que te muestra las tetas pero no tanto, le importan un carajo. Porque la realidad es una sola, si la remerita te hace buenas tetas, pepito esta pensando en sacartela para vertelas en vivo y en directo y si el pantalón te hace buen orto, el sólo piensa en rompertelo (o al menos, mirartelo, o darle un mordiscón... que se yo, alguna cosa de esas). Y está bien, probablemente asi hayas logrado tu cometido. Pero, por otro lado, tenes en típico caso en donde pepito ni te mira. Podes haberte emperifollado 5 hs frente al espejo, haberte fijado 10 veces todas las boludeses que puse antes en el espejo. Y asi y todo, para el flaco sos un poste más. ¿Por qué? Porque si un flaco tiene ganas de mirarte, o lo que tenga ganas de hacerte, lo hace cuando estás con el peor de todos tus uniformes. Podes estar despeinada, con la pintura del otro día que te llega hasta la pera, etc, etc, etc. Por eso, yo voy a seguir con mi jogging rojo, mi piyamita (q tengo desde 7mo grado) y mis zapatillas de entrenar y se van todos a la mierda, si?